Desde el corazón de la Amazonía hasta los bosques vivos de la cuenca del Congo, desde los bosques sagrados de Mesoamérica hasta las islas y selvas del sudeste asiático, nos estamos preparando para unirnos como una sola voz, un solo territorio, una sola lucha.
Del 26 al 30 de mayo de 2025, nos reuniremos en Brazzaville para celebrar el Primer Congreso Mundial de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales de las Cuencas Forestales del Mundo, un espacio histórico para la unidad, la estrategia y el liderazgo territorial.
Este Congreso es más que un evento: es una oportunidad vital para fortalecer nuestra alianza global para proteger los bosques que sostienen el equilibrio del planeta. Es el momento de alinear nuestras agendas, intercambiar soluciones basadas en la realidad de nuestros territorios y llevar nuestras prioridades directamente a la COP30 en Belém do Pará, Brasil.
Sabemos que no puede haber una solución climática sin nosotros, los pueblos indígenas y las comunidades locales. Somos nosotros quienes protegemos los bosques que almacenan carbono, salvaguardan la biodiversidad y preservan la vida y la cultura. Pero también somos nosotros quienes nos enfrentamos a amenazas cada vez mayores: la invasión de tierras, la criminalización, las falsas soluciones climáticas y la falta de financiación directa y de una participación plena y efectiva.
¿Por qué es importante este Congreso?
Sabemos que cuando nuestras comunidades tienen los derechos sobre nuestros territorios, los bosques prosperan. Somos los protectores más eficaces de los últimos bosques que quedan en el mundo, pero seguimos siendo excluidos de las decisiones que determinan nuestro futuro.
Este Congreso envía un mensaje claro a los líderes mundiales: no estamos pidiendo espacio, lo estamos reclamando. Ya no aceptamos una inclusión simbólica. Nos estamos organizando para obtener poder real, financiación directa, reconocimiento legal y seguridad territorial, porque nuestros bosques, nuestras culturas y nuestros derechos no son negociables.
«Es hora de humanizar los procesos climáticos. Nuestros territorios no son créditos de carbono. Son vida, equilibrio y resistencia», afirmó Joseph Itongwa, uno de nuestros Co-chairs.
Junto con aliados clave como la Iniciativa por los Derechos y los Recursos (RRI) y con la participación de nuestras organizaciones de base de África, Asia, Mesoamérica y América del Sur, estamos construyendo un poderoso movimiento global arraigado en el territorio, el diálogo intergeneracional y la equidad de género.
Desde la Alianza Global de Comunidades Territoriales (AGCT), nos estamos preparando con fuerza y convicción, porque este encuentro marcará un punto de inflexión.
La respuesta somos nosotros, la respuesta somos todos, ¡tú también!