A medida que enfrentamos crecientes presiones por parte de la industria del petróleo, el monocultivo, la minería y otras industrias extractivas, la crisis climática se intensifica, especialmente en los territorios indígenas y de las comunidades locales. Cada día, líderes indígenas y comunitarios ponen sus vidas en riesgo para proteger sus tierras y denunciar el acaparamiento de tierras y las violaciones de los derechos humanos. La degradación de nuestros ecosistemas y la destrucción de la biodiversidad amenazan gravemente nuestra cultura, nuestro acceso a alimentos y agua, y nuestras vidas. En respuesta a estos crecientes desafíos, nos enorgullece presentar nuestro plan estratégico para 2024 y 2025.

Los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales ( PI&CLs) han demostrado ser los mejores guardianes de nuestra Tierra, con aproximadamente el 80% de los bosques del mundo bajo nuestra tenencia. Los estudios han demostrado que las tasas de deforestación son más bajas en nuestros territorios que incluso en las áreas protegidas nacionales. Nuestro conocimiento ancestral es a menudo la fuente más confiable para comprender los ritmos de la Tierra y proteger la vida en nuestros territorios.

A pesar de nuestro demostrado papel de guardianes, los últimos estudios de Global Witness y Front Line Defenders revelan que la violencia contra los defensores del medio ambiente está aumentando. Enfrentamos una presión creciente para permitir que las industrias extractivas invadan nuestros territorios y, a menudo, los proyectos se llevan a cabo sin asegurar nuestro derecho a la Consulta Libre, Previa e Informada.