La farmacia de la selva: resiliencia de pueblos amazónicos frente a la pandemia
Esta es una historia de los pueblos de la Amazonia ecuatoriana, el recuento de la llegada del COVID-19 a lo profundo de la selva y de cómo las comunidades se unieron y compartieron sus saberes para enfrentar la pandemia y sus trascendentales impactos.
A pesar del inicio imprevisto de la pandemia en 2020 y de la devastación que causó en el mundo entero, los pueblos indígenas retomaron su conocimiento ancestral y la enfrentaron con sabiduría y en solidaridad. Desde los primeros meses de la emergencia global comunidades en toda la Amazonía recurrieron al conocimiento ancestral a través de revivir la palabra, el canto y la experiencia de sus mayores.
La selva es un mercado, la selva es una farmacia, la más grande y mejor que tenemos nosotros. Como los doctores que tienen sus medicamentos, nosotros tenemos nuestra selva en la que tenemos plantas de medicina para sanar
Nancy Guiquita
Sabia del Pueblo Waorani
La Ruta de la Sabiduría Ancestral
Nemo Guiquita dirige las áreas de Mujer y Salud de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana, CONFENIAE, donde uno de los proyectos llevados a cabo durante la pandemia fue la Ruta de la Salud, un programa para llevar atención primaria a las comunidades amazónicas acudiendo además a la sabiduría ancestral para mitigar la enfermedad por coronavirus.
Se trabajó desde las comunidades con los sabios, con los jóvenes y con las mujeres para combatir la enfermedad. Tuvimos que recurrir nuevamente a nuestros sabios de las comunidades, y poder empezar a identificar las plantas medicinales, las hojas, las raíces, los tallos. Los conocimientos volvieron a revivir nuevamente y ha sido para nosotros un gran logro y una fortaleza
Nemo Guiquita
Diirigente de la CONFENIAE y lÃÂder del Pueblo Waorani
Nemo relata cómo al inicio de la pandemia las vías se cerraron y el Estado ecuatoriano les dió la espalda, pero este abandono tuvo como consecuencia una aceleración del proceso de transmisión del conocimiento ancestral de las personas mayores a las más jóvenes. Familias y comunidades enteras se adentraron en la densa selva para recolectar y luego preparar las medicinas con las que atendieron los síntomas y aliviaron los dolores de las personas contagiadas.
En otro punto de la inmensa selva amazónica, en Unión Base también se vivió este renacimiento del saber ancestral. Indira Vargas, dirigente comunitaria del Pueblo Kichwa, participó activamente en varios procesos de capacitación sobre el COVID abiertos por la CONFENIAE y se formó como Promotora de Salud.
Junto a un grupo de compañeras de su comunidad, Indira forma parte de la Colectiva Awana, un espacio para compartir sobre prácticas ancestrales, experiencias y cuidados desde el acervo alimenticio, el manejo de las plantas y semillas nativas, la realización de círculos de palabra frente al fuego, las medicinas ancestrales y el papel de la mujer dentro del desarrollo comunitario.
Desde que tengo memoria, he crecido con mis abuelos en la comunidad y de hecho mis abuelos me enseñaron mucho sobre las historias, sobre el conocimiento mismo. Como personas indígenas, mi abuela me enseñó cómo cultivar la tierra y cómo está conectado el conocimiento a los cantos, dice Indira sobre su formación en el uso de la inmensa variedad de plantas de la Amazonía.
Una de las cosas de ser Promotora fue conocer otras realidades, otros procesos de otras nacionalidades, justamente nos dimos cuenta que las plantas medicinales se repetían en todas las nacionalidades, en todas las comunidades que pude visitar a nivel de la región
Indira Vargas
Dirigente comunitaria del Pueblo Kichwa
Indira habla sobre cómo el uso de las plantas y medicinas ancestrales coincide en las comunidades Amazónicas del Ecuador a pesar de ser de distintos territorios, lenguas y pueblos, lo cual denota una profunda e intrínseca sabiduría ancestral. Su labor como Promotora de Salud es precisamente una combinación de conocimiento ancestral y conocimiento occidental.
Tanto la medicina occidental como la medicina tradicional son buenas. Si se conectan las dos sería un gran paso. Sería ya una construcción intercultural: la verdadera interculturalidad en el conocimiento, reflexiona Indira.
Esta nota es un adelanto de la serie Historias de Resiliencia, un proyecto de TINTA (The Invisible Thread) para la documentación y visibilización de casos que muestran la adaptabilidad, fuerza y unidad de personas y comunidades frente al COVID-19 en los territorios de América Latina, Asia y África que conforman la Alianza Global de Comunidades Territoriales.