La respuesta somos nosotros: Cómo vio el mundo nuestras respuestas en la COP30

La respuesta somos nosotros nació en la Amazonía brasileña como un llamamiento urgente para que el mundo escuchara la voz de los más afectados por la crisis climática, que son también quienes lideran el camino hacia soluciones a largo plazo. A medida que creció, primero para abrazar a todo el movimiento indígena y a una miríada de movimientos sociales en Brasil, y luego para ampliar su alcance a todo el mundo, la COP30 se acercó, y con ella, un escenario fundamental para que las demandas de la campaña subieran al escenario y recibieran respuestas. Ahora, con la COP30 atrás y la fase de implementación por delante, analizamos las demandas de la campaña para arrojar luz sobre cuáles fueron algunas de las victorias clave de la Conferencia y los avances fuera de las puertas oficialmente cerradas; reflexionamos sobre las lagunas que aún quedaron abiertas; y aportamos nuestras reflexiones sobre lo que debe pasar al centro de las futuras negociaciones y acciones a diferentes niveles. Esta es nuestra visión de cómo el mundo vio nuestras respuestas en la COP30 y lo que permaneció oculto. Foto superior: @than.pataxo

1. Los derechos a la tierra equivalen a la acción climática

Victorias

Durante la Conferencia oficial, la conversación en torno a los derechos a la tierra y la necesidad de procesos de demarcación, reconocimiento y protección estuvo presente en toda la agenda. En los resultados finales oficiales de las negociaciones, el texto afirma que los derechos a la tierra son una de las formas clave de mitigar el cambio climático. Esta mención explícita en el acuerdo ahora trae consigo la posibilidad de un movimiento audaz por parte de los responsables de la toma de decisiones a nivel nacional y regional, para ser recibido con los brazos abiertos. A nivel local, durante la COP30 recibimos una sorprendente victoria en Brasil, con 21 tierras avanzando en su proceso de demarcación en diferentes etapas. Indonesia anunció un aumento de 1,4 millones de hectáreas de bosque consuetudinario que se señalarán, y las consecuencias de la COP han traído consigo un anuncio histórico por parte de Colombia sobre la regulación definitiva de las Entidades Territoriales Indígenas como formas de gobernanza territorial.

Lo que aún falta

Si bien la mención explícita es un paso significativo hacia la garantía de los derechos a la tierra, varios componentes de los principales acuerdos (mitigación, adaptación, financiación) aún guardan silencio en la materialización de esta solución como una prioridad para la acción en todos los Estados. Las NDC que se han presentado hasta ahora también, en numerosas regiones, carecen de menciones a los derechos a la tierra, lo que lamentablemente también tendrá un impacto en cómo están presentes en las políticas y presupuestos públicos a nivel nacional.

Cómo seguiremos abogando

Todas las comunidades que aportan soluciones al cambio climático continúan actuando en sus territorios, luchando contra la legislación regresiva y presionando a los Estados para que reconozcan la necesidad de inversión y leyes oficiales sobre los derechos a la tierra. Brasil, si bien declara avances en algunas demarcaciones, también está mostrando significativamente una regresión en los esfuerzos legales con el avance de las sentencias de Marco Temporal en el Senado, y los ojos internacionales de los socios y movimientos deben permanecer a la vista para garantizar la protección de las tierras y las vidas.

2. Deforestación cero

Victorias

Desafortunadamente, esta demanda recibió muy poca atención en las agendas oficiales. Sin embargo, una victoria significativa es la reafirmación, en los documentos oficiales, en torno a la estrategia TFFF para avanzar en los compromisos hacia la deforestación cero para 203.

Lo que aún falta

El acuerdo final terminó sin una hoja de ruta para la deforestación cero, lo que deja caminos de acción poco claros y hace que los acuerdos sean ambiguos tanto en la redacción como en las métricas claras por las cuales exigir el progreso de los países.

Cómo seguiremos abogando

La COP31 será un escenario limitado para la acción de la sociedad civil, pero las discusiones y las negociaciones preliminares serán un escenario central para discutir una hoja de ruta para la deforestación cero y, en particular, para exigir estrategias viables sobre el terreno.

3. ¡No a los combustibles fósiles! ¡No a la minería en nuestros territorios!

Victorias

El gobierno colombiano anunció, durante la primera semana de la COP, la creación y el alojamiento de la primera Conferencia para la Transición Justa lejos de los Combustibles Fósiles. Los Países Bajos se han unido a los esfuerzos y, en abril de 2026, se espera que comience a construirse un progreso acelerado. En coherencia con esta decisión, el presidente anunció a finales de noviembre la decisión de crear una zona de exclusión de combustibles fósiles en la Amazonía colombiana.

Lo que aún falta

Una vez más, los acuerdos oficiales procedentes de las negociaciones no incorporaron un lenguaje específico sobre la eliminación gradual de los combustibles fósiles, ni sobre una hoja de ruta que permitiera un camino hacia el éxito en torno a ella. La participación del lobby de los combustibles fósiles fue equivalente a la segunda delegación de país más grande en las negociaciones, y su presión para evitar el lenguaje de eliminación gradual se llevó a cabo con éxito, en detrimento de todas las partes interesadas que luchan contra la minería y la exploración.

Cómo seguiremos abogando

Los acuerdos oficiales en las COP de biodiversidad y clima deben incorporar, sin demora, un camino claro para la eliminación gradual, incluyendo mecanismos para las zonas de exclusión en el territorio protegido por las comunidades de primera línea en todo el mundo. Durante las negociaciones preliminares para ambas Conferencias el año que viene, y a lo largo de la Conferencia de Transición Justa, la campaña continuará abogando por compromisos audaces y mecanismos específicos que aterricen en políticas con un plazo establecido.

4. ¡Protejan a los defensores! ¡Protejan nuestras formas de vida!

La demanda en torno a la protección de los defensores y sus formas de vida fue, lamentablemente, la menos atendida y una de las más terribles sobre el terreno. Durante la COP30, un joven del pueblo guaraní kaiowá fue asesinado en su territorio por invasores de tierras, y tras la COP, los líderes centroamericanos siguen siendo acusados falsamente y encarcelados, y las comunidades de Indonesia siguen siendo criminalizadas. En la última semana, han surgido nuevos casos en los foros públicos con los líderes de la IIPFCC de Rusia siendo criminalizados, y el abogado indígena y líder de la GATC Dinamám Tuxá siendo difamado en Brasil.

A pesar de estas realidades, los textos y declaraciones oficiales de los funcionarios gubernamentales no hablan de protección a los defensores. Una deuda fundamental de la COP30 con las comunidades que están aportando las respuestas a la crisis climática es la creación explícita de mecanismos para la protección de la vida.

5. Acceso directo a la financiación climática

Victorias

Los anuncios laterales en torno al acceso a la financiación climática han sido logros clave de la campaña en 2025. El anuncio de la renovación de la promesa del FTFG de financiar la tenencia de la tierra, esta vez con un compromiso de 1.800 millones de dólares; la renovación de la asociación del FCLP para seguir asumiendo la acción climática forestal; y los anuncios de la presidencia del TFFF que han incorporado una garantía de financiación directa del 20% para los pueblos indígenas, así como la lista de exclusión que ha garantizado para impedir que industrias como la petrolera inviertan en ella. Estas son victorias fundamentales en un camino de acción continuo. Se combinan este año con una promesa de la promesa indígena, donde un grupo de mecanismos de financiación indígena han prometido entregar 500 millones en fondos directos.

Lo que aún falta

Los fondos oficiales existentes para la acción climática, en categorías como la mitigación, la adaptación y la hoja de ruta de Bakú a Belém, siguen sin alcanzar la ambición necesaria para una acción exitosa. La brecha más significativa que aún existe es la falta de condiciones financieras vinculantes para los países, y la mayor parte de la financiación depende de compromisos voluntarios y carece de sistemas de transparencia vinculantes, para garantizar no solo la entrega, sino también el impacto de la financiación entregada.

Cómo seguiremos abogando

2026 es un año para la implementación. La necesidad de supervisar la financiación que proviene de las promesas estará en el centro del trabajo para el año, y la creación de sistemas de gobernanza y mecanismos de rendición de cuentas determinará el éxito de las promesas prometidas en la COP30.

6. Participación con poder real

Victorias

Este año se han producido una miríada de logros para la participación efectiva, desde la inclusión de las comunidades afrodescendientes en la redacción de los acuerdos oficiales, hasta la creación de un foro de comunidades locales, el centro de las negociaciones se está convirtiendo cada vez más en un lugar de acción para las comunidades. En esfuerzos paralelos, la inclusión de un comité directivo en la creación del TFFF es un esfuerzo para apoyar la participación que, con suerte, seguirá creciendo en compromiso y poder en los próximos años, al igual que la inclusión de las NDC indígenas en algunos países. El mecanismo Mutirao permitió la participación en línea y fuera de línea de la sociedad civil en todo el mundo y algunas de sus demandas fueron escuchadas e incorporadas.

Lo que aún falta

Las negociaciones oficiales de la COP30 siguen siendo un espacio a puerta cerrada donde solo los Estados pueden tener derecho a voto en los textos. Con la posibilidad de que los Estados mineros bloqueen individualmente los acuerdos, esto a menudo significa que el poder real reside en manos de unos pocos, y los esfuerzos de participación carecen de un verdadero impacto.

Cómo seguiremos abogando

Las negociaciones sobre la preparación, las juntas oficiales y los sistemas de gobernanza, y las circunscripciones oficiales seguirán siendo espacios para la presión y el compromiso positivo, donde las respuestas procedentes de los territorios seguirán abriendo camino para estar en el centro de las respuestas oficiales a la crisis climática.

La respuesta somos nosotros

Juntos, los pueblos de los bosques y los océanos, las ciudades y las zonas rurales, han aportado las respuestas a la COP30, han alzado sus voces en las mesas de negociación y han abierto las puertas a un cambio poderoso. Esto es solo el principio, y seguiremos trabajando por la implementación, por la transparencia y por el poder. La respuesta somos nosotros, todos nosotros, incluyéndote a ti.

Declaración pública sobre los resultados de la incidencia de la GATC en el TFFF 3.0

El Gobierno brasileño lanzó recientemente la propuesta de funcionamiento del Tropical Forest Forever Facility (TFFF) —Fondo Bosques Tropicales para Siempre—en su Nota Conceptual 3.0. Desde la Alianza Global de Comunidades Territoriales (GATC) respaldamos esta nueva versión como resultado directo de nuestra lucha colectiva de los pueblos indígenas y las comunidades locales (PI y CL) por un acceso justo y directo a los recursos financieros para el clima , reconociendo todos los cambios que han ocurrido desde que se anunció fondo por primera vez en 2023.

La garantía de que un mínimo del 20 % de los pagos basados en resultados del TFFF se canalice directamente a las defensoras y defensores en primera línea representa una victoria histórica, que consolida el protagonismo de nuestros pueblos en la lucha contra la crisis climática. Además, la inclusión de una lista de exclusión para los combustibles fósiles en la Nota 3.0 responde a una demanda central de nuestras organizaciones, reafirmando la urgencia de evitar que el TFFF se convierta en un nuevo mecanismo de destrucción territorial.

Hemos seguido de cerca el TFFF desde sus primeros anuncios, en la COP-28, en Dubái. Sin embargo, fue hasta octubre de 2024 que fuimos invitados oficialmente a debatir la posibilidad de incluir un mínimo del 20 % de los recursos para los PI y CL como parte del funcionamiento del fondo. Desde febrero de 2025, decidimos colaborar con el Gobierno de Brasil, el Banco Mundial y la Secretaría del TFFF en el co-diseño de lo que se conoce como Asignación Directa de Financiamiento (IPs and LCs DAF, por sus siglas en inglés), basada en un intenso proceso colectivo. Realizamos eventos paralelos en la ONU, talleres técnicos, reuniones semanales con el equipo central, encuentros presenciales del Comité Directivo Global en Brazzaville y Londres, y una conversación global con más de 400 participantes en el Congreso de las Cuencas Forestales.

La propuesta, elaborada entre muchos, contempla el protagonismo de PI y CL en todas las decisiones sobre el l uso de los recursos a nivel nacional, a través de comités directivos nacionales y agencias ejecutoras elegidas libremente, permitiendo que los recursos lleguen a nuestras organizaciones y fondos territoriales. Nuestra decisión de participar en el co-diseño conjunto del DAF está alineado con nuestro compromiso de transformar la arquitectura de la financiación climática y de biodiversidad, para que se nos reconozca verdaderamente como guardianes de nuestros territorios.

Aunque no todas nuestras propuestas fueron aceptadas —como la exigencia de puestos para los PI y CL en los Consejos Directivos del TFFF y TFIF—, reconocemos un avance en la creación de un Comité Consultivo Global. Continuaremos movilizándonos para garantizar que la gobernanza del fondo refleje de manera efectiva los principios de participación, equidad y autonomía.

Reconocemos nuestras victorias, pero seguimos vigilantes. Ahora es el momento de poner en marcha el TFFF y, al mismo tiempo, garantizar los recursos necesarios para el fondo , implementando estructuras nacionales , en los países con bosques tropicales, que garanticen nuestra participación plena y efectiva : comités directivos inclusivos, agencias ejecutoras legítimas y mecanismos de monitoreo culturalmente apropiados. Reafirmamos nuestro compromiso con la integridad socioambiental y reiteramos que ningún recurso del TFIF se destine al petróleo, el gas o la minería, una línea roja reafirmada en todos nuestros espacios.

Finalmente, convocamos a nuestros aliados de la sociedad civil, la comunicación y la cooperación internacional a apoyar el siguiente paso: la construcción de un proceso sólido de diálogo e incidencia nacional, conducido por nuestros pueblos y comunidades, para garantizar la implementación efectiva de todo lo que se ha logrado hasta ahora.

Sabemos que los países tropicales aún tienen un largo camino por recorrer para establecer una relación verdaderamente respetuosa con nosotros , ya sea en la construcción de estructuras de gobernanza inclusivas o en la garantía de nuestros derechos humanos y territoriales. Por ello, hacemos un llamado a los gobiernos y a nuestros aliados a que se comprometan a involucrarse activamente en este proceso, así como en la mejora de los sistemas de vigilancia de los bosques, otros ecosistemas y de nuestros territorios.

Del mismo modo, es fundamental incidir para que los recursos ya asignados a los países se destinen a este nuevo mecanismo de financiación directa, fortaleciendo las políticas públicas que realmente protegen nuestros territorios.

La respuesta somos nosotros. La respuesta somos todos y tú también.

Mujeres Indígenas: un movimiento global en resistencia

El movimiento de mujeres indígenas ha trascendido fronteras y se ha consolidado como una fuerza global de resistencia y transformación. Lo que antes eran voces aisladas, hoy se articula en un tejido internacional que une a lideresas de América Latina, África, Asia y otros territorios del mundo. Esa convergencia ha permitido que las mujeres indígenas no solo sean escuchadas, sino que también marquen el rumbo de las discusiones sobre derechos, territorios y justicia climática. Ese es nuestro movimiento de mujeres: una articulación global que nace desde la ancestralidad, se sostiene en la colectividad y se proyecta hacia el futuro con propuestas concretas para la vida y la justicia climática.

En la IV Marcha de Mujeres Indígenas en Brasil, lideresas de diversos países, Brasil, Venezuela, Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú, México, Costa Rica, Filipinas, Honduras, Surinam, Guyana, Zimbabue y Kenia, y de múltiples territorios, ecosistemas, biomas, lenguas, culturas y tradiciones, se reunieron para compartir experiencias, visibilizar los desafíos comunes y reafirmar que la defensa de los cuerpos y de los territorios es inseparable. Este espacio ancestral de resistencia abrió la posibilidad de dialogar desde nuestras realidades y saberes, fortaleciendo la incidencia internacional de las mujeres indígenas y colocando nuestras propuestas en el centro de los debates globales.

De esta articulación surge la Carta de las Mujeres Indígenas al Mundo, un documento histórico que recoge nuestras voces, luchas y demandas. La carta es el resultado de un proceso de construcción colectiva que exige igualdad, respeto, reconocimiento y la urgencia de comprender que no existe justicia climática sin las mujeres indígenas.

Hoy, esta carta se presenta como un llamado al mundo: a los Estados, a los organismos internacionales y a la sociedad civil global, para reconocer y garantizar los derechos de las mujeres indígenas y su papel fundamental en la protección de la vida y del planeta. Es testimonio de un movimiento que crece, se fortalece y que seguirá marcando el camino hacia un futuro justo y sostenible para todas y todos.

Declaración de Brazzaville

Nuestro compromiso con los pueblos, nuestros territorios, el planeta y la colaboración: Un camino unificado hacia la COP30 y más allá

Del 26 al 30 de mayo de 2025, nosotros, los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales de las principales cuencas forestales tropicales del mundo, nos reunimos en Brazzaville, República del Congo, para el Primer Congreso Mundial de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales de las Cuencas Forestales.

Arraigados en la sabiduría de nuestros ancestros y en la fuerza de nuestros territorios, nos unimos para construir una voz común y una visión compartida para el futuro. El resultado es esta declaración: un documento vivo de nuestros compromisos, nuestras demandas y nuestras soluciones frente a las crisis climáticas y de biodiversidad mundiales.

La Declaración de Brazzaville es más que palabras; es un llamamiento al reconocimiento, el respeto y la colaboración. Mientras el mundo se prepara para la COP30 y más allá, recordamos a los líderes mundiales que el liderazgo de los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales es esencial para restablecer el equilibrio del planeta.

Lea y comparta nuestra declaración. El futuro comienza en nuestros territorios.

Nos estamos preparando para un momento histórico: Primer Congreso Mundial de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales de las Cuencas Forestales del Mundo

Desde el corazón de la Amazonía hasta los bosques vivos de la cuenca del Congo, desde los bosques sagrados de Mesoamérica hasta las islas y selvas del sudeste asiático, nos estamos preparando para unirnos como una sola voz, un solo territorio, una sola lucha.

Del 26 al 30 de mayo de 2025, nos reuniremos en Brazzaville para celebrar el Primer Congreso Mundial de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales de las Cuencas Forestales del Mundo, un espacio histórico para la unidad, la estrategia y el liderazgo territorial.

Este Congreso es más que un evento: es una oportunidad vital para fortalecer nuestra alianza global para proteger los bosques que sostienen el equilibrio del planeta. Es el momento de alinear nuestras agendas, intercambiar soluciones basadas en la realidad de nuestros territorios y llevar nuestras prioridades directamente a la COP30 en Belém do Pará, Brasil.

Sabemos que no puede haber una solución climática sin nosotros, los pueblos indígenas y las comunidades locales. Somos nosotros quienes protegemos los bosques que almacenan carbono, salvaguardan la biodiversidad y preservan la vida y la cultura. Pero también somos nosotros quienes nos enfrentamos a amenazas cada vez mayores: la invasión de tierras, la criminalización, las falsas soluciones climáticas y la falta de financiación directa y de una participación plena y efectiva.

¿Por qué es importante este Congreso?

Sabemos que cuando nuestras comunidades tienen los derechos sobre nuestros territorios, los bosques prosperan. Somos los protectores más eficaces de los últimos bosques que quedan en el mundo, pero seguimos siendo excluidos de las decisiones que determinan nuestro futuro.

Este Congreso envía un mensaje claro a los líderes mundiales: no estamos pidiendo espacio, lo estamos reclamando. Ya no aceptamos una inclusión simbólica. Nos estamos organizando para obtener poder real, financiación directa, reconocimiento legal y seguridad territorial, porque nuestros bosques, nuestras culturas y nuestros derechos no son negociables.

«Es hora de humanizar los procesos climáticos. Nuestros territorios no son créditos de carbono. Son vida, equilibrio y resistencia», afirmó Joseph Itongwa, uno de nuestros Co-chairs.

Junto con aliados clave como la Iniciativa por los Derechos y los Recursos (RRI) y con la participación de nuestras organizaciones de base de África, Asia, Mesoamérica y América del Sur, estamos construyendo un poderoso movimiento global arraigado en el territorio, el diálogo intergeneracional y la equidad de género.

Desde la Alianza Global de Comunidades Territoriales (AGCT), nos estamos preparando con fuerza y convicción, porque este encuentro marcará un punto de inflexión.

La respuesta somos nosotros, la respuesta somos todos, ¡tú también!

Plan Estratégico 2025 y 2026

Declaración Pública del GATC sobre el Proceso del TFFF

El Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF) es un nuevo fondo internacional propuesto para generar flujos sostenibles de ingresos destinados a la conservación forestal en países con bosques tropicales. La propuesta del Gobierno de Brasil consiste en capitalizar una cantidad significativa de recursos mediante préstamos de países donantes y mercados de capital privados, utilizando los intereses generados para recompensar a los países por la conservación de sus bosques. Estos pagos se harían en función del desempeño del país, sin recurrir a la creación ni comercialización de créditos de carbono. La Secretaría del TFFF propone que al menos el 20 % de estos recursos se destine a pueblos indígenas y comunidades locales (PI&CLs).

Como Alianza Global de Comunidades Territoriales (GATC), reafirmamos nuestro compromiso con una agenda territorial construida desde las bases, gestionada por nuestras autoridades territoriales y orientada al buen vivir de nuestros pueblos. Uno de nuestros ejes de trabajo es incidir en la transformación de la inversión y cooperación nacional e internacional hacia un enfoque de inversión territorial directa, basado en derechos, autodeterminación y resultados para nuestros territorios. Definición que hemos desarrollado y promovido a través de nuestra estrategia de gestión e incidencia global: la Plataforma Shandia, que articula los fondos regionales el Fondo Territorial Mesoamericano – FTM (Mesoamérica), Fondo Indígena “Jaguata” (Brasil), Fondo Territorial -Nusantara (Asia) y Fondo Territorial de los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales de África Central – REPALEAC (África). Nuestros fondos, liderados por los propios pueblos y comunidades, administran recursos con pertinencia cultural, enfoque territorial y gobernanza propia.

Por ello, con esta claridad de nuestro compromiso con nuestros pueblos y comunidades nos integramos y acogemos de manera propositiva la iniciativa del TFFF impulsada por Brasil, que ha designado al Banco Mundial para facilitar su diseño. Nos interesa particularmente incidir en los mecanismos que regirán la asignación del 20 % de los recursos destinados a los PICL, para garantizar que los pueblos indígenas y las comunidades locales desempeñen un papel significativo en la gobernanza del fondo y para asegurar que estos flujos financieros lleguen de forma directa, efectiva y con pertinencia cultural a quienes protegen los bosques tropicales.

El GATC considera que el proceso del TFFF representa una oportunidad política clave para transformar la arquitectura financiera internacional, para garantizar un acceso más justo y directo a la financiación climática para los pueblos indígenas y comunidades locales; al mismo tiempo, una oportunidad para fortalecer nuestros fondos territoriales y visibilizar la inversión territorial directa como una solución efectiva y escalable, construida desde nuestras propias estructuras de gobernanza y visión de desarrollo.

El proceso de co-diseño del mecanismo para PICL será inclusivo y abierto a redes más allá del GATC y buscamos que sea lo más inclusivo y participativo posible. Esto incluirá un evento de escucha en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU (UNPFII) en abril, y un diálogo global que tendrá lugar durante el Congreso Global de las Cuencas Forestales en Brazzaville, República del Congo, a finales de mayo. Se establecerá un Comité Directivo Global con representantes de las principales redes indígenas y comunitarias de Asia, África y América Latina.

A 20 años, la APIB reafirma su liderazgo climático global en la ATL 2025

El 20.º aniversario de la APIB en la ATL 2025 marcó la pauta para el liderazgo indígena en la acción climática, con el lanzamiento de una NDC Indígena, la coordinación internacional hacia la COP30 y poderosas movilizaciones. Foto de arriba: Walter Kuamaruara

Abril de 2025 — En un momento histórico para el liderazgo indígena en materia climática, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) celebró su vigésimo aniversario en el Acampamento Terra Livre (ATL) 2025 con el lanzamiento de la primera propuesta para incluir las demandas de los Pueblos Indígenas en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) de Brasil. Además, la APIB anunció la creación de una Comisión Indígena Internacional para la COP30 y organizó una reunión de alto nivel con más de 15 embajadas para impulsar la cooperación internacional en el camino hacia Belém.

Junto con líderes Indígenas y Comunitarios Locales de México, Panamá y Ecuador, en representación de la Alianza Global de Comunidades Territoriales, la APIB reafirmó su liderazgo como principal convocante de la sociedad civil para la COP30. Impulsaron su campaña «Somos la respuesta», cuyo objetivo es unir a los movimientos de base y centrar la atención en las soluciones lideradas por los Pueblos Indígenas, las Comunidades Locales, los Quilombolas y otros grupos.

La ATL de este año ha supuesto un punto de inflexión para el movimiento indígena, con el lanzamiento oficial de la primera Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) Indígena de Brasil, una propuesta destinada a integrar las demandas indígenas en el marco más amplio de los compromisos climáticos de Brasil en virtud del Acuerdo de París. La NDC hace hincapié en la necesidad de la equidad, la autodeterminación y la participación activa de los Pueblos Indígenas y las comunidades tradicionales en la aplicación de las estrategias climáticas de Brasil.

«El lanzamiento de la NDC Indígena en Brasil representa la fuerza con la que nuestros pueblos se acercan a la COP30. Reforzamos la importancia de situarnos en el centro del debate climático, ya que somos esenciales para hacer frente a la crisis», afirmó Kleber Karipuna, coordinador ejecutivo de la APIB. «Es imposible que, en el siglo XXI, con todas las pruebas que reconocen nuestro papel como protectores de los territorios, no se nos incluya como una estrategia vital que Brasil puede ofrecer en la lucha contra el cambio climático».

Dos poderosas marchas de protesta lideradas por Pueblos Indígenas fueron noticia durante la ATL. La primera, bajo el lema «Nuestra demarcación es nuestro clima», denunció el continuo retraso en la titulación de tierras y los ataques políticos a los derechos indígenas. La segunda, «Sin demarcación no hay democracia», llamó la atención sobre los retrocesos legislativos, como la Tesis del Plazo y el PL 2903. A pesar de la violenta represión policial durante ambas movilizaciones, los líderes indígenas recibieron fuertes mensajes de apoyo de aliados y movimientos internacionales, entre ellos la Alianza Global de Comunidades Territoriales (AGCT), que reafirmaron la solidaridad mundial con su lucha.

Durante la ATL, se llevaron a cabo dos protestas importantes, cada una de ellas centrada en cuestiones críticas para las Comunidades Indígenas. La primera, «Apib Somos Todos Nós: Nosso Futuro Não Está à Venda» («APIB: Todos somos uno: nuestro futuro no está en venta»), fue una respuesta directa a las crecientes amenazas contra los derechos de los Pueblos Indígenas en Brasil, en particular a una nueva propuesta del Tribunal Supremo que amenaza con despojar a los Pueblos Indígenas de su poder de veto sobre las actividades económicas en sus tierras ancestrales. Este proyecto de ley, que pretende abrir los territorios indígenas a la minería, las centrales hidroeléctricas y las carreteras, representa una medida sin precedentes en la historia de Brasil.

La segunda protesta, la «Marcha ‘A Resposta Somos Nós’» («Marcha: ‘La respuesta somos nosotros’»), contó con la participación de diversos grupos de la sociedad civil brasileña, entre ellos quilombolas, pequeños agricultores, jóvenes y otros movimientos de base. El mensaje central de la marcha hacía hincapié en que las soluciones a la crisis climática están en manos de las personas que viven en el terreno, aquellas cuyo sustento está directamente vinculado al medio ambiente. Este mensaje resonó más allá de las fronteras de Brasil, con el objetivo de unir a los movimientos a nivel mundial en el camino hacia la COP30. La marcha terminó con una represión policial injustificada contra los manifestantes, un acto que APIB condenó, reafirmando que su protesta había sido pacífica.

En un momento diplomático importante, APIB, en colaboración con el AGCT y COIAB, organizó una reunión de alto nivel en la embajada titulada «Nosotros somos la respuesta: visiones indígenas para la COP30». Participaron más de 15 embajadas, entre ellas las de Alemania, el Reino Unido, Francia, Canadá y la Unión Europea. Esta reunión supuso un paso importante para garantizar que las voces indígenas no solo se escuchen, sino que también se incluyan en las negociaciones oficiales sobre el clima. El objetivo es que la COP30 tenga un impacto duradero, en el que la participación indígena se afiance aún más en los resultados de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

La APIB también anunció la creación de la Comisión Internacional Indígena para la COP30, un paso histórico hacia la formalización de la participación indígena en la gobernanza climática mundial. La Comisión estará dirigida por la ministra Sonia Guajajara e incluirá a representantes de la APIB, la COIAB, ANMIGA, el G9 Amazónico y el AGCT.

«Estamos aquí en solidaridad con las mujeres Indígenas de Brasil, estamos aquí por el derecho al territorio y a la vida. Nos mantenemos firmes en nuestra solidaridad con los pueblos de Brasil», afirmó Sara Omi, líder emberá de Panamá y representante de la Alianza Global de Comunidades Territoriales (AGCT).

La presencia internacional en la ATL 2025 fue sin precedentes, con líderes de México, Panamá, Ecuador, Australia y Fiji, entre otros países, que se solidarizaron con el movimiento indígena brasileño. La delegación de la AGCT trajo voces de todo el mundo, haciendo hincapié en que los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales no solo están en primera línea de la crisis climática, sino también a la vanguardia de las soluciones.

Mientras la APIB celebra dos décadas de movilización por los derechos y los territorios, la ATL 2025 ha situado a los Pueblos Indígenas en el centro del liderazgo climático, fortaleciendo su voz colectiva en el camino hacia la COP30 en Belém.

Sistemas alimentarios COP16

Plan Estratégico 2024 & 2025